La pequeña cerradura

14 sept 2023

 


Cuando abrí los ojos ni siquiera sabía como había llegado a ese lugar... Recordaba haberme ido a dormir en mi cama, después de darle las buenas noches a mis padres y a mi hermano pequeño, Artai. Compartimos habitación, así que más extraño se me hace entonces el hecho de que solo esté yo aquí al despertar. ¿Despertar? Todavía es de noche... Yo sé que él, aún siendo pequeño, me habría despertado en caso de escucharme sonámbula por la habitación y saliendo de mi casa.

Llevo mis manos a abrazarme a mi misma mientras me noto tiritar levemente por el frío. No puedo quedarme aquí, tengo que regresar a casa o mis padres se preocuparán, ambos leñadores se levantan muy temprano para ir al bosque, mi padre tala los árboles y mi madre va recogiendo los troncos, así que tengo hasta el amanecer para volver sin que nadie se haya dado cuenta de mi ausencia.

A medida que voy avanzando por el bosque, cada pisada en la fría nieve me hace temblar a pesar de llevar mis zapatos. Me doy cuenta entonces de que, el árbol en el que apoyo mi mano para ayudarme a avanzar tiene algo metálico completamente unido a su tronco de madera... Una cerradura... ¿Una cerradura? ¿Por qué iba a tener algo así ese árbol?

¿Qué busca una reina sin corona de este lugar? Se escuchó la voz aguda de algo sobre el árbol.
¿Quién va? Pregunto mientras miro hacia arriba y veo un pequeño búho de plumas negras—. ¿Es que acaso sabes qué significa esto? ¿Cómo puede ser que un búho como tú hable como yo?
El lenguaje no es algo exclusivo de humanos, reina sin corona. Lo que pasa que muchas veces corréis sordos y ciegos sin daros cuenta del mundo que os rodea.
¿Por qué me llamas "reina sin corona"?
Eres una reina con un reino silenciado... olvidado... robado...

No pude preguntarle nada más cuando el búho se fue volando, no sin antes dejar caer a mis pies una llave. Me agaché para recogerla. Debería estar fría por la nieve, pero no pude sino soltar un grito cuando mis dedos la rozaron al estar quemando con fuerza, sin poder contenerlas, algunas lágrimas también corrieron por mis mejillas, haciéndome sentir algo de calor en el rostro, uno más agradable. Esa lágrima abrió el camino a todas las demás... de pronto me sentía sola, abandonada... Tenía miedo y no tenía a nadie que me pudiese dar su apoyo.

Tras varios minutos llorando desconsolada miré la llave de nuevo, llegué a cubrirla con la nieve un poco y después de un momento pude cogerla sin que me quemara. La metí en la pequeña cerradura del árbol para poder abrirlo. Entonces comencé a toser con fuerza por culpa del humo que salía. Desde fuera alguien me empujó al interior de la puerta que se encerró al instante.

Me di cuenta enseguida que estaba de vuelta en casa, apenas podía ver y no podía dejar de toser, pero reconocía el lugar al notar el suelo de madera y el sofá que teníamos en el salón. Rápidamente y con las pocas fuerzas que me quedaban corrí a mi habitación para despertar a mi hermano pequeño. No sabía si estaba vivo o muerto pero no podía dejarle solo. Conseguí sacarle por la ventana pero cuando quise regresar para poder ayudar a mis padres, el fuego ya era demasiado fuerte... Fui con mi hermano solo para darme cuenta de que al final había muerto, posiblemente por el humo... Me alejé sola, hasta que al final mis piernas no aguantaron más mi peso y sin más me derrumbé, viendo como el fuego consumía mi casa, mi familia y el bosque circundante. De nuevo comencé a llorar y al mirar hacia el cielo, con la luz de la Luna pude ver un búho que volaba... Era igual al que había visto en mi sueño... Reina sin corona... con su reino silenciado por el humo, olvidado y robado por las llamas.

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